miércoles, 18 de noviembre de 2015

Día 1. Planta de Neurocirugía.

Prácticamente lo que hacemos en mi planta es habitualmente lo mismo. Hay ciertos procedimientos que es necesario realizar todos los días y otros que son puntuales y hay días que no son necesarios. Por eso el orden de las cosas que hacemos varía cada día, así como el tiempo que tardamos en hacerlo, porque puede surgir algún imprevisto (como lo bien que funcionan los tensiómetros y lo poco que tardan en gastar la batería, espero que se note la ironía). Así que en cada entrada, para no repetirme mucho, me iré centrando en cada uno de los procedimientos que llevamos a cabo.

El primer día mis compañeras y yo llegamos a nuestra planta y, después de esperar a que las enfermeras aparecieran, cada una se pegó a una enfermera y la siguió en sus labores. 
En nuestra planta las habitaciones se dividen en tres grupos y cada enfermera se ocupa de un grupo. 
Como no teníamos ni idea de nada, antes de empezar nos explicaron que lo primero que se hace es pasar controles, es decir:

-Tomar la temperatura.
-Tomar la tensión arterial. 
-Tomar las pulsaciones.
-Preguntar el grado de dolor que sienten (en el programa informático Gacela se evalúa con la escala EVA).
-Preguntar si han realizado alguna deposición el día anterior. 

En mi planta muchos de los enfermos son totalmente dependientes, en diferentes fases de demencia, o se encuentran en algún estadío de coma, por lo tanto estas dos últimas preguntas no se le pueden hacer. 
En estos pacientes, que no pueden participar o no son conscientes totalmente de lo que se les está realizando, es a veces algo más difícil tomarles la tensión por ejemplo, porque pueden hacer fuerza involuntariamente con el brazo o moverlo, y no permiten que el tensiómetro tome bien las constantes.
Por otro lado, en el caso de que algún paciente tenga fiebre hay que comprobar si tiene algún medicamento pautado en ese caso y administrárselo.
Lo mismo ocurre con el dolor, en el caso de que los pacientes se quejen del dolor se le administrará un calmante prescrito anteriormente por el médico comprobando que han pasado las horas necesarias si ha sido administrado anteriormente para poder administrarlo.

Es normal ir nervioso las primeras veces que lo hagas, no tiene mucha ciencia pero a veces no sabes en que brazo poner el tensiómetro o por qué narices te da error. Te dirán que normalmente el mejor brazo es el que no tiene ninguna vía, pero si ya te han puesto el termómetro en el brazo libre te vas a tener que fastidiar o esperar a que pite para poder sacarlo y poner el dichoso aparato. Pero tranquilo, una vez que hagas un par de ellos te sentirás un verdadero experto, eso sí, cuando está tu enfermera al lado. La cosa cambia cuando te dice "ala, vete tú a aquella habitación mientras yo voy a esta". Es una sensación parecida a cuando tu madre te deja solo en la cola de la compra y te toca pagar pero tu madre aún no llegó, te ves solo ante el peligro. 

Una vez hemos pasado control por todos los pacientes se pasan los datos al programa informático del GACELA que explicaré en la próxima entrada.