lunes, 14 de diciembre de 2015

Bienvenidos a preventiva

Llega entonces el momento de probar lo que es "medicina preventiva", ese lugar al que tuviste que ir tu primer día de prácticas para que luego os distribuyeran a otro completamente diferente. Ya tienes una idea de donde queda, pero aún así, tienes que pararte a preguntar, porque no está en tu querido pasillo que ya más o menos conoces de las consultas externas, ni pasaste por allí en tu semana de ir y venir de visitas con la enfermera.

Vas con miedo, mucho miedo de lo que puede ser. El nombre ya te lo dice casi todo: preventiva. Te imaginas que eso está lleno de protocolos, de reglas, de hacer cada cosa en su debido momento y no saltarte ningún paso, porque eso podría suponer una epidemia mundial.


En cuanto llegas te mandan firmar, y ves que tus miedo se van haciendo realidad, todo tiene su pautas. y su organización. Luego te dicen que tienes que leer esto y lo otro, y aquello también, que luego un día te mandarán primero a un sitio y después vuelves y vas con esa enfermera que acaba de pasar cargada con cosas para que veas lo que hace y como se hace. Y claro, tú, una pobre ingenua, crees que no dará tiempo a todo, porque 5 días no dan para tantas cosas...mentira. Vas de un lado a otro y el mismo día puedes llegar a hacer 3 o 4 cosas diferentes, pero da tiempo a todo.

Y sí, cada cosa tiene su técnica y sus protocolos, pero no son tan difíciles como creías. Está claro que no recordarás todos a la primera y que habrá alguna cosa que se te quede atrás, pero de momento la epidemia mundial puede esperar, no serás tú quién la provoque. Será más el olvidarte de poner los guantes y que te lo tenga que recordar el enfermero, o cosas tan simples como no dejar preparado el esparadrapo antes de poner una vacuna y le tengas que pedir al paciente que sujete el algodón mientras lo coges después. Pero después de unas cuantas veces no se te vuelve a olvidar.