sábado, 5 de diciembre de 2015

Vías imposibles, corrección de fármacos y curas.

Bueno, si en mi anterior entrada os hablaba de una enfermera que no era muy cariñosa conmigo, la que tuve hoy es que vive enamorada de mí. No solo por cómo me trata, sino hasta por cómo me mira. A veces creo que piensa que soy como su hija o su nieta o yo qué sé. Pero no es normal... "Qué pelo tan bonito tienes", "qué guapiña me eres" o "mira que eres lista, eh" son de las frases que más me suele decir y yo creo que a veces llega un punto tal que hasta  me debo sonrojar, porque las dice y se queda mirándome con esos ojitos de aprobación o de orgullo que me pueden. Cada día me esfuerzo por hacer bien todo lo que hago, pero con esa enfermera da igual si me equivoco en algo porque sé que me va a seguir queriendo. Es increíble su actitud. 


La principal dificultad del día fue poner una vía a una señora, ya que la que tenía se encontraba en la flexura del brazo izquierdo (lugar horrible para colocar una vía, ya que si la persona dobla el brazo, ya se estropea la vía). Mientras yo se la quitaba, la enfermera iba viendo dónde se le podría poner la otra. La única opción era en el otro brazo y la zona de la flexura estaba descartada. También la mano izquierda estaba descartada ya que tenía un parche allí (debía tener una herida o algo). Ya que la señora tampoco es que fuera muy delgada, la única zona viable era la mano derecha. Tras diez minutos, sin exagerar, intentando buscarle una buena vena (referible a que no fuese muy fina para que no rompiese, ni muy curva ya que entonces la vía no continuaría a la vena), nos rendimos y llamamos a la supervisora, la cual se encontraba en el control atendiendo a todas las llamadas, y también tras varios minutos, ya sea por experiencia o por suerte, ella fue capaz de ponerle la dichosa vía en la mano. Acabamos tardísimo de repartir la medicación por ese incidente, lo que también supuso salir bastante tarde. Realmente, si no fuera porque fui haciendo yo sola los cartones de medicación, seguramente no hubiese salido de allí hasta las 15h o más. Que también... ojo a cómo estaban los cartones. Encontré como 3 errores de la enfermera del turno anterior, ya que había medicamentos que estaban pautados por el médico y que la enfermera no los había puesto a la hora que les correspondía, la mayor  parte de ellos correspondían a la medicación de las 12h, por lo que mientras yo iba haciendo los cartones y descubriendo los errores, mi enfermera fue dando la medicación esa que no había sido dada ya que no estaba marcada. Seguramente si hubiese sido yo la que hubiera cometido esos fallos ya me habrían crucificado... pero bueno, hay que aguantarse, somos humanos y todos cometemos errores. Tampoco es que fueran fármacos super importantes de administrar, por eso no hubo mayor problema. 



Por último, me tocó hacer una cura en un tobillo, la cual consistía en lavar la herida con sulfato de cobre y luego ponerle iruxol mono, una pomada que se utiliza para el desbridamiento de los tejidos necrosados en úlceras cutáneas. Un par de compresas por encima cubriendo la zona y un vendaje para que quedasen sujetas y no rozase con las sábanas. Para que os hagáis una idea, os dejo una imagen, que sé que os gustan.



"He aquí el bello arte de las úlceras por presión".