jueves, 10 de diciembre de 2015

Las catacumbas del hospital

De todos es sabido que el hospital tiene sus plantas inferiores, y que en ella guarda los horrores, y no me refiero a las operaciones macabras y casi imposibles que se pueden realizar en los quirófanos, hablo de la consulta de ostomías. A medida que caminas por el pasillo en dirección a esa consulta, te cruzas con ancianos dementes que tiemblan y te miran raro (y es entonces cuando lees neurología en un cartel del techo, pero aún así no te relajas) y a cada paso que das, más frío hace (considerando que estás en la -1 y que alguien se ha dejado la puerta que da a la calle abierta, tan raro no es, pero te sigue dando igual). Finalmente llegas a la puerta, entras, te sientas, te dan el "libro guía", y se te quita el hambre.

¿Qué es una ostomía? Os estaréis preguntando, pues bien la definición mayoritaria que se encuentra en todos los sitios en los que busquéis, dice así:

"Una ostomía es una operación quirúrgica en la que se practica una abertura en la pared abdominal (llamada estoma en términos sanitarios) que dará salida a una víscera al exterior (tracto intestinal o uréteres)".

Existen 3 tipos de ostomías dependiendo de la parte en la que se realice el estoma: colostomía, ileostomía y urostomía. Como podemos deducir por sus nombres, las partes que se canalizan al exterior son el colon (intestino grueso), el íleon (parte del intestino delgado) y los uréteres, respectivamente.

Según el "Estudio Impacto" en España este tipo de cirugía, ya sea permanente o provisional (de más de 6 meses) tiene sus porcentajes según el tipo de ostomía que sea, siendo de 55% las colostomias, de 35% las ileostomías y de 10% las urostomías


Como digo anteriormente, pueden ser permanentes o provisionales, dependiendo del tipo de operación que se tenga que realizar. Así resumiendo, las permanentes suelen ser por la extracción completa del recto, mientras que las temporales son debidas a operaciones en el colon que deben curar bien antes de que el órgano pueda volver a funcionar. Del mismo modo ocurre con las urostomías, dependiendo de si se realiza la extracción completa de la vejiga o de si la realización es debido a una enfermedad, pero luego es posible que los órganos vuelvan a funcionar correctamente.