Demasiado cerca de las navidades. Sólo te recuerda lo bien que se está sin hacer nada, pero al mismo tiempo sabes que sólo son 4 días.
Horrible.
Horrible.
Como no sé muy bien de qué hablar y el otro día expliqué el sondaje nasogástrico, hoy voy a explicar el vesical.
Hasta el día de hoy sólo he visto una vez cómo ponían este tipo de sonda, a una mujer, y he puesto una, también a una mujer.
El proceso no es demasiado complicado. En la mujer tiene la dificultad de que puede costar un poco visualizar el agujero correcto, pero la uretra es corta. Y en el hombre que hay que tener en cuenta la curvatura del pene, y es una uretra más larga.
Esta técnica se supone que es una técnica aséptica, es decir, tienes que usar unos guantes estériles y tratar de que la sonda o el lubricante no toquen nada que no esté estéril.
En la mujer simplemente habría que visualizar el agujero correcto, introducir la sonda (no hace falta demasiado porque la uretra es corta), hinchar el balón y fijar la sonda a la pierna con esparadrapo para que no se mueva mucho.
En el caso del hombre no hay duda de por donde se tiene que introducir y se hay que levantar el pene cuando se llega a la curvatura que tiene.
Esta técnica se supone que es una técnica aséptica, es decir, tienes que usar unos guantes estériles y tratar de que la sonda o el lubricante no toquen nada que no esté estéril.
En la mujer simplemente habría que visualizar el agujero correcto, introducir la sonda (no hace falta demasiado porque la uretra es corta), hinchar el balón y fijar la sonda a la pierna con esparadrapo para que no se mueva mucho.
En el caso del hombre no hay duda de por donde se tiene que introducir y se hay que levantar el pene cuando se llega a la curvatura que tiene.
Sin embargo, el problema que todos nos planteamos realmente y el que más nos preocupa es "Dios mío Jesús, que vergüenza". Y no es que te dé vergüenza por ti, sino porque te imaginas en el lugar del paciente, lo incómodo que tiene que ser que haya varias personas mirando tus bajos (porque claro, si lo hace la enfermera que va contigo, tú estás ahí al lado observando todo al detalle; y si la que lo hace eres tú, la enfermera va a estar mirándote aún con más detalle para ver que lo haces bien). Y claro, tú miras al paciente como:
Y él os mira a la enfermera y a ti como:
Y te das cuenta de que no tienes ni idea de por dónde empezar, porque lo que estás viendo no se parece en nada a los maniquíes de la facultad.
Ánimo con ello, chicos!