martes, 1 de diciembre de 2015

My heart will go on

No, no hemos visto Titanic en el turno de hoy ni se ha hundido ningún barco (ni ningún paciente).
Hoy voy a hablaros sobre el electrocardiograma.


En general el trabajo diario en una unidad de cuidados paliativos no es precisamente sorprendente, todo va según un horario y por lo general no se hace nada fuera de lo normal.
Pero de vez en cuando, por capricho del azar (y de un médico) se tienen que hacer determinadas pruebas, con nombres cada cual más apasionante que el anterior. Luego la pasión se pierde por el camino, pero es que esto no son urgencias...

Hoy pude presenciar la realización de un electrocardiograma.
Un electrocardiograma es un examen que lleva a cabo una representación gráfica de la actividad eléctrica del corazón.
En el hospital por lo general hay muchos pacientes que ya se encuentran monitorizados y por tanto no se les realiza este examen.

Está fibrilando. Se nos va. Piiiiiiiiii...


Es bastante interesante, sobre todo si pasa algo, que empiece a pitar y haya acción en la habitación.
Por supuesto esto solo pasa en las series y no en la realidad, y si pasa no será en paliativos, y mucho menos aún en tu turno.

Para llevar a cabo la prueba hay que conectar los electrodos a determinados puntos del cuerpo.
En un ECG normal hay 10 electrodos colocados en distintas partes del cuerpo:


  • Electrodos periféricos:
Son cuatro y se colocan en las extremidades, evitando prominencias óseas en su parte más distal.



  • Electrodos precordiales:
Los colores SI importan.
Son seis y se colocan en torno al corazón en unos lugares específicos:
V1: 4º espacio intercostal a la derecha del esternón.
V2: a la izquierda del esternón a la misma altura que V1.
V3: entre V2 y V4.
V4: en el 5º espacio intercostal izquierdo bajo la mama-línea medio clavicular.
V5: entre V4 y V6.
V6: en el 5º espacio intercostal izquierdo en la línea medio axilar.



Lo primero que hay que hacer después de colocar los electrodos es ver que todos funcionan correctamente. Entonces se le dará al botón que haga la impresión de la gráfica.
Según mi corta experiencia es justo al presionar el botón cuando todos o casi todos los electrodos fallan simultáneamente.
Como resultado se obtiene una gráfica más o menos similar a la de la imagen, junto con 17 intentos fallidos que pasan a ser reciclados o reutilizados en cualquier función imaginable.

Una de las primeras cosas que hay que hacer nada más obtener la gráfica (además de revisar que todos los electrodos funcionaron bien) es buscar la onda P.
La onda P es la señal que corresponde a la despolarización auricular, y su ausencia puede ser indicativo de una fibrilación auricular, que sí, es bastante grave. También puede ser que el electrocardiógrafo te esté vacilando, que se dan casos.

Tras esto, te llevas la gráfica, pero dejas colocados los electrodos, porque parece ser (cosa rara) que en varias ocasiones es necesario repetir el examen, porque la gráfica o la máquina están mal. O ambas. Y se dejan los electrodos conectados para no hacerle al paciente un doble afeitado innecesario en el pecho que, todo hay que decirlo, a más de uno no le vendría mal.

Fuentes: